Escribir es como caminar; en ocasiones lo haces rápido, sin pensar, escribes cansado, otras veces escribes mientras silbas con las manos en las bolsas y el sol dándote en la cara; y en otras ocasiones, como en esta, escribes sin saber a donde vas, sin rumbo fijo, en la oscuridad. Hoy es así, escribir perdido pero sin dejar de hacerlo, porque si bien la escritura no siempre hará que te encuentres, si puede que tus letras hagan que alguien más se encuentre. Siempre he dicho que las perdidas son las que enseñan, que las alegrías distraen, dan placer, plenitud, pero no enseñan. De eso trata este blog, de perdidas y de lo que a su paso enseñan. Cuando el 15 de Enero a mi madre le diagnostican cáncer por segunda vez, en mi vida comenzó un cambio para el cual no estaba preparado. Entonces entré a estudiar Tanatología y nunca me imaginé que a la par llevaría éste taller vivencial. Recuerdo en la facultad de psicología un dibujo de Erich Fromm que decia: "El hombre que curaba con sus heridas"... Es momento de hablar de lo innombrable, del miedo, del nudo en la garganta. Este es un intento mio, el primero de muchos. Entradas cortas de dolores largos que buscan más que ayudar, ayudarme... más que acompañar, que me acompañen.
martes, 13 de marzo de 2012
De donde se da el inicio...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario